El hacedor o la paratopía creadora
DOI:
https://doi.org/10.35305/b.v11i21.517Palavras-chave:
Borges, El hacedor, Canonización, ParatopíaResumo
A lo largo de la década del cincuenta, y especialmente a partir de 1955, la figura de Borges se consolida como centro del campo literario argentino, con cargos oficiales (director de la Biblioteca Nacional, profesor de la Universidad de Buenos Aires) y una cada vez mayor notoriedad pública, dentro y fuera del país. El hacedor (1960) es el primer libro que el escritor publica después de su canonización y, en este sentido, puede pensarse como una respuesta a un problema recurrente en la trayectoria de muchos escritores, aunque rara vez planteado de modo explícito: ¿cómo seguir escribiendo después de la consagración? El hacedor tematiza la construcción de una figura de autor —como es evidente desde el título y en textos como “Poema de los dones” y “Borges y yo”—, a partir de la recuperación de datos biográfico-contextuales que se inscriben y reelaboran en la obra. Estos elementos que participan, a la vez, del texto y del contexto han sido denominados por Maingueneau embragues paratópicos. La ceguera y la fama, dos de los motivos más recurrentes en el volumen, funcionan como embragues paratópicos, que posibilitan un des-centramiento del escritor, la construcción de un posicionamiento inestable, donde el máximo poder coexiste con la máxima debilidad. Este lugar de enunciación paradójico-paratópico es lo que le permite seguir escribiendo después del éxito.